Acción Sindical
EVALUACIÓN “SIN NOTA” DEL COMIENZO DE CURSO
EVALUACIÓN “SIN NOTA” DEL COMIENZO DE CURSO
Si tuviéramos que definir en dos palabras el arranque del curso 2011/2012 en Canarias, lo calificaríamos de “extraordinariamente normal”; es decir, contrariamente a lo que se esperaba, no ha sucedido nada imprevisto, nada que haya impedido una más que aceptable puesta en marcha de nuestros centros escolares en las diferentes etapas educativas.
No piensen que se trata de un simple juego de palabras: entre las dudas y los temores que se derivaban de la planificación realizada por el anterior equipo de la Consejería y las tremendas movilizaciones sufridas en otras Comunidades Autónomas con motivo de los recortes en las plantillas docentes, nuestro inicio del curso ha sido un auténtico remanso de paz, en todos los sentidos.
Con unos retrasos mínimos en la conclusión de las obras de reforma de media docena de centros y unos pocos sustitutos tardíamente incorporados a su destino, la asombrosa realidad es que el comienzo del curso escolar 2011/2012 “ha aprobado con nota”, superando holgadamente el listón de los cursos anteriores.
Pero sería un error imperdonable que cayéramos en la autocomplacencia o la simplificación, porque los principales problemas de la educación pública en nuestra tierra siguen siendo los mismos que hace unos meses: elevadísimas tasas de abandono y fracaso escolar, profundas limitaciones de la oferta formativa en Formación Profesional (se habló de una segunda oferta de 10.000 plazas en septiembre, que se quedaron en unas 3.000), Bachillerato, Conservatorios de Música e Idiomas y preocupante escasez de recursos humanos en unas plantillas docentes claramente insuficientes (en las que abundan los nombramientos parciales y los horarios compartidos).
Alguien se podrá preguntar: ¿Cuál es la razón por la que el profesorado de Canarias no se ha echado a la calle como sus colegas en otros territorios del Estado? Pues, sencillamente, porque “los recortes” se aplicaron aquí en los dos cursos anteriores, con la pérdida de más de mil puestos de trabajo. Por eso no podemos sentirnos satisfechos con la realidad actual, aunque nuestros colegios e institutos hayan comenzado su andadura con una relativa “normalidad”.
Las buenas maneras de los nuevos dirigentes, su sinceridad inicial y su apuesta por un diálogo aparentemente franco con todos los interlocutores sociales merecen, desde nuestro punto de vista, una respuesta de colaboración y credibilidad, al menos hasta que los hechos no pongan en entredicho la bondad de sus intenciones.
Pronto saldremos de dudas, cuando analicemos las partidas presupuestarias para el ejercicio económico que viene: en ese momento, además exponer razones y argumentos que podemos compartir en su práctica totalidad, habrá que sostenerlos con realidades tangibles o, mejor dicho, con cantidades concretas de miles de euros. ¿Habrá más dinero para cubrir sustituciones en 2012 o serán los docentes quienes tendrán que seguir atendiendo como hasata ahora las ausencias de sus compañeros? Estamos deseando conocer las previsiones de la Consejería en el Anteproyecto de Ley de Presupuestos.
Las Instrucciones a los centros educativos de este curso les han concedido una mayor autonomía a los claustros y equipos directivos, pero sin incrementar sus recursos humanos y económicos. ¿Se quedará todo en una vistosa cortina de humo que se disipe cuando se enfríe el entusiasmo de los primeros meses? Esperemos que no, por el bien de la enseñanza pública.
Mientras tanto, nuestro contacto cotidiano con el profesorado nos confirma que todavía existe un amplio margen de mejora en sus condiciones laborales más básicas: a pesar de nuestra insistencia, la Consejería no ha sido capaz de valorar de nuevo el exagerado número de solicitantes de comisiones de servicios por motivos de salud que se han visto excluidos; tampoco se han aceptado las comisiones de servicios de acercamiento en la misma isla, aunque confiamos en su viabilidad para el próximo curso.
En definitiva, nos queda la esperanza y lucharemos hasta el final para que se mantenga viva durante esta difícil legislatura. Nadie nos supera en nuestra apuesta por el diálogo y nuestras ganas de alcanzar acuerdos positivos para el profesorado.
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