Acción Sindical
ANPE Canarias se alegra como el que más con la excelente noticia de que nuestros compañeros y compañeras que imparten las enseñanzas de Religión en Primaria vayan a percibir, por fin, el complemento retributivo por formación, los famosos sexenios.
¿Cómo no vamos a estallar de alegría, satisfacción y legítimo orgullo por el trabajo bien hecho, cuando han sido precisamente los servicios jurídicos de nuestra organización sindical en el Estado quienes han logrado este indudable éxito, tras plantearle y ganarle al MECD un conflicto colectivo?
¡Pero, por favor, que nadie se confunda! No estamos ante un colectivo de privilegiados, porque vayan a ser los primeros docentes de Canarias en cobrar los sexenios. Expliquemos la actual situación con claridad y detenimiento.
Estamos hablando de unos cuantos centenares de profesionales de la enseñanza pública contratados laboralmente para impartir Religión en nuestros colegios con las mismas retribuciones que el profesorado interino del Cuerpo de Maestros.
Lo que ocurre es que este personal, como también ha sucedido en algunas otras Comunidades Autónomas, nunca fue transferido al Gobierno de Canarias por discrepancias de índole presupuestaria, y todavía hoy dependen retributivamente del MECD, que es quien los contrata.
Hasta este momento, al percibir las mismas retribuciones que los interinos del territorio gestionado por el MECD, su nómina era inferior a la de los interinos de Canarias del Cuerpo de Maestros, pero después de que ANPE haya sacado adelante el conflicto colectivo citado, se nos ha dado la razón en el sentido de que esa equivalencia salarial también concedía a este colectivo el derecho a cobrar sexenios, como lo hacen los interinos dependientes del MECD.
En conclusión, no se trata de una situación de privilegio, sino la reparación con bastante retraso de una injusticia, de un evidente agravio comparativo con sus iguales de la Península.
Naturalmente, desde ANPE Canarias estamos dispuestos a aprovechar esta ocasión para intentar con todas nuestras fuerzas que éste sea el primer paso para que todo el profesorado de nuestras islas supere también el agravio comparativo existente en esta materia con sus colegas del resto del Estado.
¡Ojalá pudiésemos conseguir que la Consejería, en un plazo de tiempo razonable y mediante la firma de un acuerdo para la equiparación gradual con la media estatal, pagara los sexenios a todo el personal docente que presta sus servicios en Canarias!
Si echamos la vista atrás, lamentaremos la oportunidad perdida con la frustrada homologación retributiva de 2007 y 2008, que fracasó por el engaño de aquel gobierno, que retiró vergonzosamente la partida prevista en los Presupuestos, generó un cisma sindical y consiguió que el profesorado votase en contra del preacuerdo alcanzado.
Esperemos que ahora soplen vientos más favorables y proclives a los acuerdos, porque ANPE Canarias continuará insistiendo a la Consejería para que comience a negociar cuanto antes la equiparación retributiva del profesorado de Canarias.
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