Hoy, lunes 4 de julio, la mayoría de los tribunales han comenzado a publicar las actas con las calificaciones de la primera prueba en las diferentes especialidades incluidas en el procedimiento selectivo de ingreso en los cuerpos docentes.

 

Transcurridas algunas semanas desde que concluyó el acto de presentación de aspirantes, ha llegado el momento de la verdad, cuando se empieza a comprobar si los sacrificios personales realizados y el esfuerzo invertido durante tantos meses en la preparación de las pruebas obtienen el resultado que todos perseguimos.

 

Precisamente ahora, todos los aspirantes ponen en la balanza cuanto han aportado por su parte y la cosecha que empiezan a recibir, con la esperanza de que estas oposiciones les permitan alcanzar la estabilidad laboral definitiva o, como mínimo, una buena posición en las listas del profesorado interino para los próximos cursos.

 

Ciertamente, debemos reconocer y aplaudir que la Consejería de Educación, atendiendo las peticiones de ANPE Canarias, ha logrado en esta ocasión que los tribunales hayan publicado en sus sedes unos criterios de calificación de las pruebas mucho más concretos y detallados que los de años anteriores, lo que sin duda facilitará la defensa de sus derechos.

 

Sin embargo, a pesar del esfuerzo realizado para orientar a los opositores, no podemos estar satisfechos con el nivel de las calificaciones de la primera prueba que acabamos de conocer, ya que, especialmente en algunas especialidades, no parecen hacer justicia a los conocimientos de los aspirantes, que se han sentido defraudados, desilusionados y, a veces, indignados con toda la razón.

 

Hemos comprobado que estas calificaciones llegan, en algunos casos, a ser excesivamente bajas, casi ridículas, sobre todo si tenemos en cuenta que muchos de estos docentes ya son profesionales de la enseñanza pública y deben manejar a diario sus conocimientos y recursos didácticos en las aulas de nuestros centros educativos.

 

En nuestra opinión, los tribunales se han olvidado de algo fundamental en el momento de valorar estos ejercicios: tres horas y media son claramente insuficientes para desarrollar con tranquilidad y coherencia un tema completo y enfrentarse después con garantías a las dificultades de un ejercicio de carácter práctico.

 

En su día le propusimos sin éxito a la Administración Educativa la conveniencia de aumentar el tiempo establecido hasta las cuatro horas y, desgraciadamente, los hechos nos están dando la razón, aunque sea demasiado tarde para centenares de compañeros y compañeras.

 

Comprendemos perfectamente las quejas de cuantos se han visto impotentes para demostrar su valía, por falta de tiempo, y ahora contemplan escandalizados unas calificaciones lamentables que, en algunas especialidades, han traído como consecuencia que el número de aspirantes aprobados sea incluso inferior al de plazas ofertadas en determinados tribunales.

 

Con la intención de facilitar la presentación de las pertinentes reclamaciones a cuantos nos lo demanden, nuestras sedes permanecerán abiertas mañana, martes 5 de julio, desde las 9,00 hasta las 13,00 horas.

 

 

 

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