¿Quién es Pepa Aurora?

Soy una maestra, ya jubilada, con 35 años de servicio en la escuela pública canaria. Comencé mi andadura allá por el año 1970 hasta que me retiré por jubilación en el año 2005.

 

 

Cuéntenos su andadura por la escuela pública canaria.

Desde el principio me di cuenta del fallo de la enseñanza canaria, pero rápidamente comencé a subsanarlo. Percibí que estábamos engañando a los niños en aquella época. Niños con una pobreza tremenda.

Todo empezó cuando estaba en una escuela ejerciendo, en Calderín, en la zona de El Tablero, en el sur de la isla y presenté en clase un poema de Juan Ramón Jiménez, llamado Chamariz. Mi intención era poner a los niños a encadenar palabras, pero capté durante el transcurso del poema que los niños no entendían el significado del término chamariz, ni de otros que aparecen también en el poema, y que además no estaban en el diccionario. Era lógico, ya que esos términos son localismos de la zona de Huelva donde procedía Juan Ramón y no estaban recogidos en el diccionario.

A partir de este momento, me di cuenta que nuestros localismos canarios, que son los más cercanos a los niños canarios no estaban tampoco en el diccionario y que tampoco se incorporaban a la escuela canaria, tales como balos, tabaiba, etc.

Yo nunca había dado nada de Canarias y era patente que los niños no aprendían nada de su entorno canario. Por eso empecé a recoger cuentos y a adaptarlos a la escuela (tal vez me adelanté a mi época porque aparté a retirar las partes machista y escatológicas de muchos cuentos).

También empecé a recoger poemas donde se recogían muchos términos canarios. Además muchos maestros me pedían poemas. Envié poemas al Cabildo para editarlos, aunque nunca los editaron. Entonces seguí regalando poemas a los maestros.

Por otro lado, también tengo que decir que como en esos cuentos y poemas recogía términos canarios, algunos maestros se enfadaron y me acusaron de adoctrinar a los niños y buscar la independencia de Canarias.

Sobre el año 1978 apareció alguna editorial, como Escuela de verano o Edirca que empezaron a publicar mis poemas.

Recibí el primer premio Anastasia del Pino por un cuento Los últimos lagartos. En él se hablaba de los lagartos del barranco de Maspalomas que estaban desapareciendo por las construcciones turísticas en el mismo. Fue un éxito. Esto me dio seguridad para seguir escribiendo. Y así continué haciéndolo sin parar.

Tenía claro que mis poesías y mis cuentos eran importantes ya que los niños aprendían términos de su tierra, a la vez que recursos literarios, como las metáforas, hacían muy interesante el aprendizaje.

Presenté proyectos (los primeros en Canarias) para llevar los cuentos a la escuela, pero terminaron desapareciendo. En esa época sentí rencor por ello pero con el tiempo esos sentimientos fueron desapareciendo.

Háblenos ahora de su obra, por la que también es ampliamente conocida.

He escrito más de 40 libros de cuentos y ocho libros de poemas. Aparte de escribir poemas y cuentos dediqué mucho tiempo a recoger la tradición oral. Fui la primera que recogió los juegos tradicionales y populares, publicados por Canarias 7 (a principios de los 80), editado en distintas láminas durante un tiempo. Publiqué en la editorial Edirca y en Alfaguara de Anaya, y en Santillana cuentos y poemas. El periódico El País publicó una colección de mis cuentos para niños, La lagartija escurridiza. En el año 88 me incorporé al grupo de narración oral Cuentacuentos. Asistí a festivales internacionales del cuento en toda Hispanoamérica. También publiqué un libro llamada Casueca.

¿Cuál cree usted que es el problema de la educación, padre, alumnos, profesores, políticos?

El problema es el sistema, no se puede acusar a personas concretas o grupos, es el sistema. Los maestros no pueden cargar con la culpa de todo. El sistema impide al maestro que distribuya su tiempo en función de las necesidades, ya tiene que cumplir el tiempo que está marcado por las normas para cada actividad.

Suelo visitar unos 100 colegios al año, se acerca a esta realidad, la escuela tiene este gran fallo, donde los maestros, aunque tengan una capacidad tremenda, tienen dificultades para ser libres y creativos y buscar de forma original, la solución a los problemas en el aula.

La crítica al sistema también son los textos llenos de contenidos, las sesiones de 45 minutos, las lecturas de recorrido… No se trabaja lo suficiente la lectura y ésta es muy importante. Se debe dar el tiempo necesario para profundizar en ella al margen de límites temporales. No se trabaja con el alumnado las descripciones, las metáforas.

La lectura no debe de tener un espacio para tal fin, sino siempre. Antes, cuando yo comencé como docente, se daba una enorme importancia a la lectura, hasta que no se dominara no se pasaba a otros aspectos. El niño con 12 años debe tener dominada la escritura y la lectura. Tenemos un pequeño club de amigas de distintos países, de Alemania, de Finlandia, de Canarias, y hablamos de distintos temas, entre ellos, el tema educativo. Y en Finlandia se trabaja como se hacía antes, hace 40 ó 50 años, en Canarias, dedicando mucho tiempo al dominio lecto-escritura, y no pasando a otros aspectos hasta que se haya conseguido un gran dominio por los alumnos en este campo. Al contrario que hoy en día que está todo determinado por aspectos temporales. En 6º de Primaria tendría que haber un gran dominio de la lecto-escritura, y para ello tendría que dedicarse mucho más tiempo del que se dedica en la actualidad.

¿Recomendaría algunas de sus obras para trabajar con el alumnado?

Por ejemplo, los poemas que tengo editados en las editoriales Santillana y Anaya. Anaya sacará un libro de lectura próximamente. También tengo libros de Poemas, como, Pinceladas, Olas y más olas, Al derecho y al revés. Cuentos como La lagartija escurridiza, La isla de los colores (con el viñetista Morgan de ilustrador), Cuentos de la tradición oral universal en Canarias (recogido en un libro por el Centro cultural popular canario). Un libro de cuentos y leyendas de la isla de La Gomera llamado El monte de las brumas. Sobre Fuerteventura tengo La isla de las Ardillas. También tengo otros como Cuentos para niños miedosos, Un barranco junto a tu casa escrito en español y en inglés.

¿Qué le pediría a los maestros de hoy?.

No les pediría nada porque entiendo que su trabajo es admirable y respetable. El docente actualmente es un trabajador que lucha cada día contra todo; la administración, los padres y las madres. Por desgracia los maestros en estos momentos están encorsetados por la burocracia y las normas, metidos en una trinchera con papeleo, ordenadores, obligados a buscar objetivos muy concretos, en vez de dedicarse a actuar y buscar soluciones en clase con creatividad y libertad y poder expresar todo ese potencial maravilloso que llevan dentro. Cada cambio de ley educativa obliga al educador a adaptarse a los nuevos requerimientos, a los nuevos cambios y ello lleva tiempo y rompe la estructura de trabajo que uno lleva. Hace falta estabilidad para desarrollar bien el trabajo y eso con tanto cambio de ley no ayuda en absoluto.

¿Qué le pediría a los padres de hoy?.

Yo les pediría más respeto a los maestros, que recuerden su infancia, que les proporcionen seguridad al docente apoyándolo en todo, así el docente será más efectivo. Algunos padres y madres son muy protectores y eso no es nada bueno: deben dar autonomía a sus hijos, dejarlos crecer (he visto situaciones en que las madres incluso cargan con la maleta o la mochila del niño).

¿Qué le falta al maestro de hoy dentro del aula?.

Le falta libertad, demasiado encorsetamiento. Libertad para crear. El maestro que no es libre, no crea  y eso lleva al fracaso. La burocracia es extenuante. Antes, el maestro dedicaba su tiempo en recortar, preparar sus clases, murales. Hoy se dedican a rellenar documentación, siempre  cumplimentando formularios. La libertad forma parte de la creatividad. Si el maestro no tiene tiempo ni libertad para crear el proceso no avanza, se estanca. Enseñar tiene que ser un proceso creativo. Si los docentes no estuvieran tan encorsetados y tuviesen más libertad se notaría en la escuela, en los niños, y mejorarían los resultados.

¿Qué diferencia percibe usted entre los maestros/as de antes y los maestros/as de ahora?.

Yo me considero anárquica, siempre he hecho lo que he querido, incluso he tenido varios expedientes. Los maestros antiguos eran creadores en clase. Si un alumno fallaba en una materia, el maestro se ponía a trabajar esa materia. Los de ahora no pueden hacer eso, no se les da tiempo, tienen un tiempo determinado para cada materia y no se pueden salir de ahí, no tienen la posibilidad de ser creadores debidos al encorsetamiento del sistema. Hay que dar más libertad al maestro.

Antes si el maestro percibía que algún alumno no estaba integrado, se salía al patio y se planteaban juegos en común para superar esos problemas. Hoy en día eso es impensable, hay que quedarse en el aula. Los llamados maestros eran creadores, conocían a sus alumnos, y trabajaban con ellos incluso la dimensión humana, si se tenían que quedar después de hora con ellos se quedaban.

A los maestros de hoy no se les permite ser creadores, los han convertido en funcionarios, con una hora de entrada y salida, marcándoles sus horas, sus reuniones. Antiguamente si uno dedicaba todo el tiempo de clase a jugar no pasaba nada, trabajabas con el alumnado la integración, o los problemas que podías tener. Hoy en día hay un horario y hay que cumplirlo.

Usted sabe que hoy en día hay mucha polémica sobre si usar o no libro de texto. ¿Qué opina al respecto?

El libro fija una dirección a seguir. Yo en una época no usé libro. Los medios nuevos son maravillosos, pero el libro es importante, es una guía. Pero no debe ser lo único, sino un complemento. Trabajar sin libro es un trabajo inmenso, enorme y no hay tiempo para preparar clase de otra manera ya que si estás con tanta burocracia no tienes esa creatividad, ni tampoco dispones de tiempo.

Hay una materia nueva, EMOCREA, ¿Qué percepción tiene usted a la hora de trabajar esta materia en el aula, a la hora de trabajar las emociones en clase?.

La creatividad se puede trabajar de muchas maneras, por ejemplo desde los libros, actividades del lenguaje, juegos, cuentos, poesías. No se debe de perder el tiempo encerrándola en una materia concreta. Las emociones son importantes el cultivarlas, pero se deben de trabajar desde el lenguaje, el juego, los poemas, pero no concretarla en una hora a la semana, olvidando la lectura y otras actividades. Las maestras deben ser creativas. Hoy es más difícil trabajar con el alumnado que como yo he trabajado. De hecho hoy abren un expediente a un docente y no levanta cabeza. A mí en su momento me abrieron algunos expedientes.

¡Qué curioso!. Le abrieron varios expedientes. ¿Podría contarnos que fue lo que pasó?

Creo que me abrieron dos o tres. Recuerdo que uno fue porque desde Inspección se nos había encomendado que el alumnado debía aprender 2000 palabras para aprobar, algunas de esas palabras era raíl, toro, corrida que no tenía ningún significado para los niños, por tanto decidí quitar muchas de esas palabras y sustituirlas por términos canarios que sí tenían sentido para ellos, tales como cumbre, barranco, etc. El inspector cuando se enteró de este hecho se puso como una fiera, muy enfadado y me abrió expediente por incorporar palabras canarias. El otro expediente fue en una escuela a la que llegué algo antes de Navidad, una unitaria con 47 alumnos. Como no conocía bien aún a los chicos decidí no ponerles nota, no calificarles en Navidad. Como al inspector no le gustó nada y yo respondí justificando mi decisión, me abre otro expediente. En esa época, yo al ser una mujer no se le permitía que se enfrentase con los superiores.

¿Por último qué libro suyo se llevaría a una isla perdida?

Me llevaría Cuentos de la tradición Oral universal en Canarias del que va a salir la segunda reedición. Algunos de estos cuentos están adaptados a Canarias. Estos cuentos abarcan desde 1340 hasta la actualidad y son el efecto de la influencia de muchos pueblos en Canarias.

El concepto de universal es debido a que, por ejemplo, conté un cuento, “la miseria” en diversos países, Ecuador, Cuba, etcétera  y la gente del lugar me decía que ese cuento se contaba allí, sin embargo, en realidad, ese cuento viene de Francia recogido por un monje del siglo XII llamado Jean de Voragine y que a su vez no es suyo sino recogido de las leyendas y la tradición oral en esa época.

Hay otro libro El lenguaje creativo en la escuela. Experiencias de una maestra. Es un libro genial para una maestra, en él he recogido muchas ideas sobre dar recursos al maestro para trabajar el lenguaje de forma creativa, aun sabiendo que el maestro de hoy en día tiene problemas para trabajar de esta manera por el encorsetamiento ya dicho. Otro libro sería La miseria adaptado a la escuela y a Canarias.

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