Decía Nelson Mandela que la educación es el gran motor del desarrollo personal. “A través de la educación, la hija del campesino puede convertirse en médico, el hijo de un minero puede llegar a ser jefe de la mina, un hijo de unos trabajadores agrícolas puede acabar siendo el presidente de una gran nación.

 

Lo que diferencia a una persona de otra no es lo que le ha sido dado, sino lo que es capaz de hacer con lo que tiene”. La única manera de cambiar las cosas, de moldear un mundo mejor, es invertir en educación. Es un mantra que se repite incansablemente, pero del que todavía nos queda mucho por aprender. En Anpe Canarias estamos convencidos de que el lugar en el que colocamos la educación nos define como sociedad. Y todavía no hemos dado con la definición correcta.

Este curso ha empezado con aires renovados. Un nuevo equipo ha tomado las riendas de la Consejería. No han cambiado sólo los nombres y las caras. Hemos percibido una transformación en la manera de entender las relaciones entre Administración y sindicatos. Ha vuelto el diálogo, se ha reactivado la mesa sectorial y hay un calendario de negociaciones. En definitiva, es cierto que se nos está teniendo más en cuenta que durante la legislatura pasada. Sin embargo, no es suficiente. La buena disposición es el primer paso, la avanzadilla de lo que ha de venir después. Canarias necesita una verdadera apuesta por la educación que se traduzca en una mayor inversión. Por desgracia, los presupuestos aprobados para 2016 por el Parlamento canario sólo mantienen el status quo. Lo seguiremos intentando, dentro del margen de diálogo abierto por la Consejería, porque no olvidamos nuestro principal objetivo: colocar la enseñanza en el epicentro del debate social.

Cuando reivindicamos mejoras salariales para el profesorado, infraestructuras dignas, medidas de conciliación y reconocimiento social del docente no lo hacemos como una cuestión que atañe sólo a los derechos laborales. Es una lucha por la dignificación del profesorado que concierne a toda la sociedad. La escuela pública es la garante de la igualdad de oportunidades, de que cualquiera, con independencia del origen social, pueda desarrollar plenamente sus capacidades y liderar su proyecto de vida en las mejores circunstancias. Creemos que es algo por lo que merece la pena que sigamos dejándonos la piel.

Esperamos que 2016 sea, para todos los docentes de Canarias, un año cargado de prosperidad en el que veamos cómo nuestra Enseñanza Pública es tratada como se merece: como uno de los pilares básicos de la sociedad.

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