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Detalles: Categoría: Jubilación - Acción Sindical ANPE | Publicado: 03 Julio 2011 | Visto: 6256

MERECIDÍSIMO HOMENAJE AL PRESIDENTE DE ANPE

El pasado día 30 de junio, en el Casino de Santa Cruz de Tenerife, la enseñanza pública de Canarias le rindió un merecidísimo homenaje, con motivo de su inmediata jubilación, al Presidente Autonómico de ANPE CANARIAS, Gabriel Crespo Hernández.

Después de una dilatada trayectoria profesional, que se ha extendido durante más de cuarenta intensos años, repartidos entre el aula y la trinchera sindical, Gabriel Crespo Hernández, nuestro ejemplar Presidente, se jubila (o, como él dice, lo jubilan contra su voluntad) y comienza una nueva etapa en su vida, más sosegada y familiar, ciertamente, pero nunca ajena a los futuros desafíos de la escuela pública de Canarias.

El Casino de Santa Cruz de Tenerife vistió sus mejores galas para acoger en sus instalaciones el acto de homenaje a uno de esos MAESTROS que han hecho historia en nuestras islas: más de doscientas personas, entre compañeros, políticos, afiliados o, simplemente, admiradores de Gabriel, llenaron sus salones y disfrutaron de un entrenido “espectáculo”, que pasó detallada revista a toda una vida entregada inicialmente a sus alumnos y volcada hasta el final en defensa de sus colegas de profesión.

Entre otras personalidades, acudieron a la llamada de ANPE CANARIAS el Viceconsejero en funciones de Administración Pública del Gobierno de Canarias, la Presidenta del Consejo Escolar de Canarias, la Directora General en funciones de Igualdad y el Director Territorial de Educación de Santa Cruz de Tenerife, así como numerosos representantes de la Inspección Educativa, directores y directoras de centros docentes.

Arropado en todo momento por su familia y visiblemente agobiado por las incontables y sinceras muestras de cariño que no paró de recibir durante toda la velada, Gabriel Crespo, el Maestro Gabriel, resistió heroicamente los poderosos abrazos de sus entusiasmados “fans”, controló sus sentimientos y mantuvo el tipo con gallardía, mientras asistía, entre sorprendido y emocionado, a una completa retrospectiva de su historia profesional y familiar.

Los asistentes al acto conocieron las primeras aventuras del “pequeño Bielo”, sus sueños juveniles, su precoz vocación docente, incluso su valiente defensa de la Patria y la mirada insoportable de aquella chica de la trenza rubia..., en una sucesión de imágenes y recuerdos imborrables que retratan con fidelidad la figura de este docente íntegro, de una pieza, con una sola palabra, que siempre ha sabido estar en su sitio, ayudando a todos sus compañeros y negociando incansable con los responsables de la Consejería, pero sin “bailarles el agua”.

Entre aplausos, felicitaciones, lágrimas de alegría, reencuentros inesperados, regalos e intervenciones testimoniales de sus más celebradas “hazañas”, transcurrieron rápidas las horas de su homenaje y quienes lo presenciamos en directo llegamos a una misma conclusión: sin duda, un sistema educativo que funcione es muy importante, su financiación es fundamental, las infraestructuras educativas pueden marcar la diferencia, los recursos materiales y los medios técnicos son vitales, la implicación de los políticos parece imprescindible para mejorar los resultados, pero todavía necesitamos algo más en nuestros centros escolares.

Cuando cesó la música y las luces se apagaron en el Casino, todos nos marchábamos a casa con la misma pregunta entre los labios: ¿Quedarán maestros como Gabriel, que se entreguen por completo a su vocación docente, que se olviden cada día de su horario laboral y permanezcan fieles a sus ideales durante cuarenta años?

Como tantas veces a lo largo de su vida, Gabriel tiene razón: ¡lo han jubilado en contra de su voluntad... y de la nuestra!

¡Felicidades, Presidente!

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