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Detalles: Categoría: Profesorado - Acción Sindical ANPE | Publicado: 18 Noviembre 2016 | Creado: 05 Diciembre 2016 | Visto: 2517

Hacemos balance sobre la ‘huelga’ promovida por algunas asociaciones contra las tareas escolares. Tras dos fines de semana de “experimento” educativo, los docentes insistimos en las implicaciones negativas que esta medida puede producir. Para plantear la conveniencia o no de la realización de las tareas escolares, ya existe un cuerpo de profesionales preparado durante años para ello. Asimismo, insistimos en la necesidad de coeducar con todos los agentes sociales implicados y esperamos reforzar, a través de las tutorías, la comunicación con las familias, que actualmente apenas asisten en un 20% a reuniones convocadas por el profesorado.

 

Recordamos que desde septiembre ya hemos emitido dos comunicados sobre esta cuestión. Tras dos fines de semana de seguimiento de la huelga en Canarias, vemos necesario analizar lo ocurrido: discutir de forma evidente el trabajo del docente en el aula incitando al alumnado a no hacer la tarea dista mucho de tender la mano para un diálogo.

 

Asimismo, rechazamos el argumento de que esta protesta es “una prueba”, basada en estudios donde no se ha contado con el profesorado y que no deja de ser una muestra de desconocimiento del trabajo educativo y de falta de diálogo. Ahora bien, podemos llegar a entender que los padres y madres estén hartos de la inmovilidad en la Educación, de la burocracia, de la necesidad de una educación pública de calidad… Pero todos estos escollos, junto a ocho leyes distintas para nuestro sector, es lo que lleva sufriendo el profesorado durante años sin haber sido escuchado.

 

Por otra parte, lamentamos que el Estado no se haya puesto a la altura de esta protesta, que discute la autoridad del profesor, “limitándose a dedicarle titulares anecdóticos en prensa”. Respetamos que este debate surja cada año y su virulencia no se entiende sino como una ‘moda’ o un juego de despiste; pues si la preocupación de la sociedad y las administraciones fuera real, ya se estaría negociando cómo conjugar la conciliación de la vida laboral y familiar con las actividades extraescolares y, por supuesto, con las tareas.

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