Acción Sindical

El profesorado de las Islas puede aportar mucho a la mejora del sistema público de enseñanza. Solo necesita que sus ideas y propuestas sean acogidas por la Consejería de Educación y que esta no se centre exclusivamente en los proyectos que surgen de la propia Administración. Así lo creemos desde nuestro sindicato, al mismo tiempo que hemos advertido de que en los últimos años los centros del Archipiélago casi no han tenido opción de desarrollar proyectos educativos más allá de los que ha diseñado el Gobierno.

En un contexto de mayor diálogo y búsqueda de consensos, creemos que ha llegado el momento de que este escenario cambie y se apueste por iniciativas fraguadas en los propios colegios e institutos de Canarias.

No dudamos de las bondades de programas como Infancia o Travesía, puestos en marcha durante la legislatura anterior, pero estamos convencidos de la necesidad de recuperar la autonomía de los centros a la hora de concebir y ejecutar iniciativas. Además, entendemos que el trabajo surte mejor efecto si no nace de la imposición, sino de la colaboración y la participación.

De hecho, apuntamos, como primera fuerza sindical de la escuela pública no universitaria de las Islas, que los centros y los docentes son quienes mejor conocen las particularidades y necesidades de su alumnado y del contexto en que este se desenvuelve y, por lo tanto, nadie mejor que ellos para confeccionar proyectos con los que incidir en los aspectos que deben mejorarse. Restringir su capacidad para implantar estas experiencias supone, asimismo, impedir que otros centros puedan conocer estos programas, desarrollarlos y beneficiarse de ellos.

Además, aclaramos que la prioridad que se ha concedido a los proyectos impulsados desde la Consejería no significa que el profesorado haya dejado de trabajar en los suyos, pero sí ha supuesto una merma en los recursos con los que cuenta para llevarlos a cabo. Si los docentes no disponen de un horario específico para poner en práctica estas metodologías educativas, se ven obligados a hacerlo fuera de las horas lectivas, con las dificultades que ello conlleva. El voluntarismo del trabajador no debe ser el motor en el que descanse la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje. A la Administración, recalcamos, se le debe exigir apoyo y dotación de los medios precisos para llevar a buen término los proyectos.

Creemos que abrir estas vías de colaboración conjuntas, dando más voz al profesorado, generará una implicación mayor de los profesionales, lo que, sin duda, redundará en los resultados educativos del alumnado. “Se trata de sumar, de que todos, desde nuestra experiencia personal, compartamos lo que hemos aprendido. Los docentes deben apoyarse en la Consejería y la Consejería en los docentes, porque todos formamos parte de lo mismo y porque todos buscamos lo mismo: que la educación canaria avance. Es una responsabilidad y un deber compartidos".

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