Acción Sindical
ILMO. SR. CONSEJERO DE EDUCACIÓN,
UNIVERSIDADES Y SOSTENIBILIDAD DEL
GOBIERNO DE CANARIAS.
Santa Cruz de Tenerife, a 15 de abril de 2015.
Sr. Consejero:
Después de conocer con perplejidad la información que se está trasladando a los directores sobre la aplicación inminente de la LOMCE en Secundaria, nos surgen algunas preguntas: ¿De qué nos sirve a quienes nos dedicamos a la enseñanza pública en Canarias el recurso interpuesto contra la LOMCE ante el Tribunal Constitucional por nuestro Gobierno?
¿Se ha tratado de mero marketing político? ¿Se sigue jugando políticamente con la Educación Pública en nuestra tierra?
Recordará que, en su día, le transmití, como Presidente de ANPE CANARIAS, mi satisfacción personal y la de toda nuestra organización sindical por esta decisión, ya que estábamos plenamente de acuerdo con buena parte de sus críticas al nuevo marco legislativo y con la aplicación de medidas “paliativas” que disminuyan sus efectos en la enseñanza pública de las islas.
Porque nosotros, señor Consejero, hemos manifestado públicamente nuestro rechazo a la LOMCE y, a día de hoy, continuamos oponiéndonos a una Ley Educativa que se ha caracterizado, desde sus inicios, por una evidente falta de diálogo con las demás fuerzas políticas y los agentes sociales, que ha sido impuesta en el Parlamento por la fuerza de los votos y, sobre todo, que no es capaz de abordar los problemas existentes en nuestra enseñanza pública ni de aliviar las carencias de nuestro sistema educativo.
Sin embargo, con el paso del tiempo, ya no estamos tan seguros de cuál es su posicionamiento. Políticamente, está claro que le interesa situarse abiertamente en su contra, pero, a la hora de la verdad, cuando llega el momento de convertir en hechos las hermosas palabras y las declaraciones grandilocuentes, cuando se trata de aplicar en nuestras islas los parámetros y las directrices de la LOMCE, entonces las miserables razones presupuestarias y el sectarismo político e ideológico se imponen a los muy nobles y elevados planteamientos educativos, porque una cosa es predicar y otra, muy distinta como todos sabemos, es plasmarlo con hechos y decisiones políticas, señor Consejero.
A finales del pasado curso escolar nos vimos obligados a denunciar que, a pesar de su publicitado compromiso de mantener las cargas horarias existentes en Primaria, su planificación de las nuevas enseñanzas fue más allá de las exigencias del marco legal, imponiendo sin miramientos la ideología personal de su equipo de gobierno en los centros y despreciando las opciones religiosas, los derechos educativos y las garantías constitucionales que miles de familias canarias expresaron conforme a derecho.
Y ahora, cuando empezamos a conocer las líneas básicas de su planificación para el próximo curso escolar en Secundaria y Bachillerato, nuestra indignación se recrudece al comprobar cómo pretende emular en Canarias la actuación del Ministro Wert, que tanto hemos criticado desde los sindicatos y desde el Gobierno.
Señor Consejero: si no se ha negociado esta planificación con las centrales sindicales representativas del profesorado, porque, aunque usted no lo quiera reconocer, sus planteamientos repercuten en la carga horaria de las diferentes asignaturas y, por tanto, afectan directamente a las condiciones laborales de los docentes, ¿en qué se diferencia su proceder del Ministerio al que tantos reproches le ha dirigido en esta legislatura? Le recordamos lo que con la prepotencia del rodillo parlamentario se nos ha impuesto desde el gobierno de la nación a la sociedad con absoluta soberbia y prepotencia, cuestión que hemos criticado hasta la saciedad y que observamos que es el modus operandi de algunos sectores de su Consejería.
Si todavía no ha sometido estos nuevos criterios para la planificación del curso 2015/2016 a la consideración y posterior dictamen preceptivo del Consejo Escolar de Canarias, ¿cómo podemos valorar el reciente escrito enviado a los directores y directoras de nuestros centros por la Directora General de Ordenación, Promoción e Innovación Educativa, conminándoles a aceptar, sin más, esta propuesta de organización de la carga horaria para los cursos de secundaria y bachillerato en que se aplicará la LOMCE a partir del próximo septiembre? ¿Cómo se puede entender que no se haya contado con el servicio de Inspección para asesorar en este tema, convocándolo el pasado viernes a una reunión similar a la de los directores, y se pretenda dictar instrucciones para que pongan en marcha esta estructura y sin el previo diálogo, la consulta o el consejo de los sectores implicados?
En este escrito se da por hecha la aparición de dos nuevas asignaturas en Secundaria, en detrimento de especialidades ya consolidadas en las plantillas como pueden ser Música, Plástica, Religión, Tecnología, Filosofía o Cultura Clásica: "Prácticas Comunicativas y Creativas, en Primero y Segundo de la ESO, pasando "Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos" a Tercero (reduciendo una hora semanal de Religión, como continuación del atropello realizado a las miles de familias que "optan libremente" por esa asignatura perpetrado en Primaria) e "Historia y Geografía de Canarias" en Cuarto.
Usted sabe que le hemos solicitado en infinidad de ocasiones que contase con ANPE CANARIAS, el sindicato más representativo del sector docente no universitario en las islas, para consensuar la aplicación y el desarrollo de la LOMCE en Canarias, pero estamos comprobando, por enésima vez, que sus sonrisas y buenas palabras no significan absolutamente nada: simplemente son una cortina de humo, un disfraz, una forma pretendidamente educada para intentar camuflar sus verdaderas intenciones, que en muy poco se diferencian de la otras fuerzas políticas objeto de sus más duros ataques dialécticos.
En nombre del primer sindicato docente de Canarias y del profesorado al que mayoritaria y legítimamente representamos, le demando que nos convoque a una reunión con carácter urgente, ya que, de lo contrario, entenderemos que se ha frustrado definitivamente cualquier esperanza de diálogo entre las organizaciones que dirigimos.
Atentamente.
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