Según la estructura del sistema educativo que plantea la LOMCE, la Música queda incluida en el bloque de asignaturas optativas específicas. Actualmente, en Primaria, la Educación Artística es considerada materia troncal en todos los cursos, y por ello, se imparten como mínimo dos horas a la semana, que se reparten entre Plástica y Música. Igualmente, en Educación Secundaria Obligatoria, el alumnado podrá acabar la etapa sin cursar Educación Plástica y Música, pues la reforma la deja también como optativa.
En Mesa Sectorial celebrada en la mañana de hoy ANPE ha solicitado que se mantenga la carga lectiva de música, tanto en primaria como en secundaria, ante nuestra petición la Dirección General de Personal, ha afirmado que en primaria se mantendrá la carga lectiva de esta asignatura el curso que viene. Ésta medida no ofrece certezas al profesorado de la especialidad de cara al futuro.
Desde nuestra organización sindical mostramos nuestro apoyo a la labor docente de esta especialidad porque:
· Consideramos que la educación musical enriquece la formación de nuestros niños y jóvenes, y no debe estar a expensas de las Administraciones Educativas Autonómicas o de los centros.
· Entendemos la Educación Musical debe estar presente en todas las etapas educativas, se debe mantener su continuidad y potenciar un desarrollo curricular adecuado, que permita un desarrollo personal y cultural del alumnado y el acceso a la formación artística académica y profesional específica.
· Reducir o eliminar las horas de Música y dedicarlas a materias “troncales” no garantiza mejores resultados académicos en nuestros estudiantes. Muestra de ello es que varios de los países que obtienen muy buenos resultados en el informe PISA tienen un mayor número de horas dedicadas a la Educación Musical que las que se dedican en la actualidad a en nuestro sistema educativo.
· La Educación Musical y Artística es la base fundamental de la Competencia cultural y artística, una de las ocho competencias establecidas en la Recomendación de 18 de diciembre de 2006 del Parlamento Europeo y del Consejo como las competencias clave para el aprendizaje permanente de todo ciudadano de la Unión Europea.