Tanto en nuestra visita a los centros como en la atención en la oficina, apreciamos el nerviosismo creciente entre los docentes ante inminente implantación de la LOMCE. Ésta no es la manera adecuada de establecer una “mal llamada reforma” educativa, generada desde el desacuerdo y la falta de diálogo, pero, a pesar de ello, su implantación resulta inminente.

 

 

Uno de los retos que habrá que afrontar el próximo curso será la introducción de la Formación Profesional básica. Mientras nuestro Consejero se afana en explicar públicamente que será muy difícil iniciar la FP básica en las condiciones adecuadas porque el Ministerio de Educación aún no ha anunciado todas las nuevas titulaciones disponibles ni el reparto financiero, en los centros crece la incertidumbre y la desinformación.

 

 

La publicación del Real Decreto 127/2014, de 28 de febrero, motivado por la implantación de la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa, regula aspectos específicos de la Formación Profesional Básica dentro de las enseñanzas de formación profesional del sistema educativo. El citado Real Decreto aprueba catorce títulos profesionales básicos, fija sus currículos básicos y modifica el Real Decreto 1850/2009, de 4 de diciembre, sobre expedición de títulos académicos y profesionales correspondientes a las enseñanzas establecidas en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.

 

 

Debemos señalar que, en su articulado, no encontramos ninguna respuesta a la transición entre los actuales Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) y la FP Básica que entrará en vigor en el curso 2014/2015. Esta situación podría generar situaciones problemáticas entre la continuidad de la oferta existente y la nueva propuesta, en las que se verían implicados tanto el alumnado como el profesorado.

 

 

 

En esta línea, nuestro Director General de Formación Profesional cuestiona la implantación de la Formación Profesional Básica por que sólo se han publicado estos 14 títulos, de los 21 proyectados. Sin embargo, lo cierto es que la oferta de Programas de Cualificación Profesional Inicial -PCPI- está establecida sólo en 13 familias profesionales. Nuestra experiencia nos dice que el perfil de alumnado que hasta ahora estaba destinado a los PCPI constituirá la matricula de los futuros alumnos de la Formación Profesional Básica. Por tanto, solicitamos a la Consejería que, además de plantear al Ministro Wert su preocupación, inicie el desarrollo autonómico de la Formación Profesional Básica, como ya están haciendo otras comunidades, para evitar el posible desorden en un inicio de curso que ya se presenta difícil, .

 

 

 

Eso sí, debemos felicitar al Director General de Formación Profesional  por su iniciativa de comunicar al Consejo Escolar de Canarias y al Consejo Canario de Formación Profesional su preocupación, así como por su invitación para que se le envíen "propuestas, ideas y sugerencias para organizar lo mejor posible estas enseñanzas”. Sin embargo, le recordamos de nuevo la petición de que el profesorado esté representado en el Consejo Canario de FP.

 

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