Oposiciones

Un total de 6.694 personas se disputarán las 500 plazas ofertadas en la convocatoria de oposiciones a la enseñanza que se celebrarán este fin de semana, es decir, en términos globales hay más de 13 aspirantes por cada plaza disponible.

El elevado interés que suscita una convocatoria de empleo público de estas características obliga a la Administración Educativa a poner todo su empeño en el normal desarrollo de las pruebas.

Los docentes han sufrido la crisis de manera doble: por un lado, han tenido que soportar duros recortes y pérdida de derechos laborales; por otro, el acceso a la función pública ha estado prácticamente cerrado, sin posibilidad de optar a una plaza.

En este contexto, pedimos a la Consejería de Educación y Universidades que durante todo el procedimiento selectivo se cumpla escrupulosamente la normativa. Los precedentes de anteriores oposiciones obligan a ser extremadamente cuidadosos. En primer lugar, porque hay que garantizar el derecho de todos los aspirantes a concurrir en igualdad de condiciones. Y en segundo lugar, porque hay que evitar que se produzcan impugnaciones que den lugar a posteriores modificaciones de las listas de aprobados y de las listas de empleo, alterando gravemente el estatus laboral de los docentes, como ha ocurrido con otras convocatorias.

Los docentes que optan a las plazas de Intervención Sociocomunitaria, Educación Física y Procesos Sanitarios son los que tendrán más dificultades para obtener plaza. Según los datos analizados tras la publicación de las listas de admitidos y excluidos en el procedimiento, se trata de las especialidades donde se ha registrado una ratio más elevada de aspirantes/plazas ofertadas, con 41'45, 31'70 y 26'60, respectivamente.  Por el contrario, el profesorado que aspira a obtener plaza en Lengua y Literatura o Servicios de Restauración cuenta matemáticamente con más opciones, ya que sus ratios son de 8,47 y 6,60, respectivamente.

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