Imprimir
Detalles: Categoría: Profesorado - Acción Sindical ANPE | Publicado: 27 Septiembre 2016 | Creado: 06 Octubre 2016 | Visto: 2892

Como sindicato mayoritario de enseñanza en Canarias de educación pública que somos aportamos nuestro punto de vista a raíz de la temática de las tareas escolares. Antes que nada recordamos que no estamos ligados a ninguna ideología política ni organización. En este sentido, percibimos de forma clara que se ha generado un debate político sobre el apoyo o rechazo a las tareas escolares.

 

 

Manifiestamos nuestro rechazo ante cualquier propuesta que incite a la insumisión y al boicot atentando contra la actividad del profesorado y su autoridad profesional y académica. La comunicación en el centro educativo entre el profesorado y las familias resulta fundamental para resolver estas controversias desde el diálogo con el tutor o con el equipo directivo o desde los órganos de participación educativa como es el Consejo Escolar.

 

Por tanto, defendemos nuestra postura en base al conocimiento de la profesión docente en el Archipiélago. Entendemos que la voz de quienes tutelan las clases es prioritaria para tomar una decisión sobre los deberes y su significado. Entrando a fondo en el debate, sabemos que su cumplimiento por parte del alumno es una suma de madurez, autonomía y refuerzo de la materia impartida; por tanto, su eliminación absoluta sería un error pedagógico.

 

Por este motivo, estamos dispuestos a participar en el debate sobre la necesidad de introducir racionalidad en los deberes escolares reconociendo los beneficios que tienen dichas tareas como afianzar lo aprendido en el aula, inculcar hábito de estudio, fomentar el esfuerzo personal e incluso la organización y planificación del trabajo del alumno siempre que se respete la adecuación, la moderación y la proporcionalidad de dichos deberes a la edad y al nivel educativo, así como los diferentes tiempos del estudiante para jugar, descansar y relacionarse con los demás.

 

Sin ánimo de evitar el diálogo, hay que recordar que gran parte de los docentes que componen nuestro sindicato  son a su vez padres y madres. Tal vez en estos debates lo que se reclama es una verdadera política de conciliación de la vida familiar y laboral cuya problemática es ajena a la escuela. Hoy en día vivimos tiempos difíciles para dicha conciliación debido a la jornada laboral de los padres que conlleva, en muchos casos, situaciones que obligan a los alumnos a pasar largas horas en el centro educativo después de la jornada lectiva o a la realización de actividades extraescolares que pueden recargar la jornada del alumno y afectar a la convivencia familiar.

 

Por otra parte, no queremos obviar un agente importante: la Administración. En concreto, nuestro sindicato ha denunciado en numerosas ocasiones la ratio alumno- profesor de las islas, que supera la media nacional y es uno de los condicionantes a la hora de lograr una educación de calidad.

 

Defendemos una educación que sea tarea de todos: las personas cívicas, el respeto por los mayores, el pensar en el otro, el no querer imponer… Sabemos que para la formación en valores influyen familia y maestros y, por este motivo, apelamos al sentido común y llamamos al diálogo familia-escuela.

 

Pedimos respeto y confianza en la labor del profesorado y que no se cuestione continuamente su profesionalidad. Este tipo de campañas distorsionan el problema y lo alejan del ámbito propio donde debe resolverse: el centro educativo. Apelamos. La relación indisociable en la función educativa de la familia y la escuela hace que sea necesaria la implicación y cooperación de ambas para la mejora de la educación de nuestros alumnos y para su rendimiento escolar.

 

Comparte este artículo.